Una lunación para iniciar un viaje a nuestras emociones más profundas, para conocernos y comprendernos mejor a nosotros mismos.
Nuestra emociones son las sensaciones que tenemos con respecto a nuestros pensamientos y sistemas de creencias.
Hay 5 emociones básicas en el ser humano que son: alegría, tristeza, ira, miedo y asco.
A continuación, describiré cómo se perciben estas emociones:
1. Alegría: La alegría es una emoción positiva que suele ir acompañada de sentimientos de felicidad y satisfacción. Se experimenta una sensación de ligereza, euforia y entusiasmo. Puede manifestarse a través de una sonrisa, risa espontánea o saltos de alegría. Se siente como si el corazón estuviera lleno de energía positiva y hay una disposición para disfrutar de la vida y las experiencias positivas.
2. Tristeza: La tristeza es una emoción asociada a la pérdida, la decepción o la melancolía. Se experimenta una sensación de pesadez emocional, con la presencia de lágrimas, falta de energía y una disminución del interés en las actividades cotidianas. La tristeza puede manifestarse como una sensación de opresión en el pecho y una sensación general de desgano.
3. Ira: La ira es una emoción intensa y poderosa que surge en respuesta a la frustración, la injusticia o la provocación. Se caracteriza por una sensación de calor y tensión en el cuerpo, especialmente en la mandíbula y los puños. Puede haber un aumento del ritmo cardíaco y una sensación de explosión emocional. La ira puede llevar a comportamientos agresivos o impulsivos si no se gestiona adecuadamente.
4. Miedo: El miedo es una emoción desencadenada por la percepción de peligro o amenaza. Se experimenta una sensación de alerta y tensión, acompañada de un aumento de la frecuencia cardíaca y la respiración. Puede haber una sensación de debilidad en las piernas y una tendencia a evitar la fuente de miedo. El miedo puede variar en intensidad, desde una leve aprensión hasta el terror extremo.
5. Asco: El asco es una emoción que se experimenta en respuesta a algo desagradable o repugnante. Puede manifestarse como una sensación de náuseas o malestar estomacal. El cuerpo puede reaccionar con muecas, arcadas o incluso vómitos. El asco actúa como una señal de advertencia para evitar o alejarse de algo que se percibe como contaminante o perjudicial.
Esta lunación nos acerca a “sentir”.
Estemos atentos durante esta semana a las situaciones que vivimos, lo que pensamos y obviamente sentimos.
Porque es la guía que necesitamos para trabajar nuestros pensamientos y emociones que nos lleven a vivir una vida más plena y equilibrada emocionalmente.
Si experimentas emociones de tristeza, ira o miedo, pide que sea más clara para ti la situación y pensamiento que provoca dicha emoción.
Algunas sugerencias para trabajar la Ira, la tristeza y el miedo:
Ira
Respiración consciente y relajación: cuando sientas que la ira comienza a acumularse, tómate un momento para practicar la respiración consciente. Toma respiraciones lentas y profundas, inhalando por la nariz y exhalando por la boca. Con cada inhalación, imagina que estás inhalando calma y paz, y al exhalar, visualiza que estás liberando la ira y la tensión. Esta técnica te ayuda a relajarte y a reducir la intensidad de la ira.
Tristeza
Es importante permitirte sentir y experimentar la tristeza en lugar de reprimirla o ignorarla. Permítete llorar si lo necesitas, ya que las lágrimas pueden ser una forma natural y saludable de liberar emociones. Expresar tus sentimientos a través de la escritura, el arte o la música también puede ser beneficioso. Acepta que la tristeza es una emoción válida y reconoce que está bien sentirse triste en determinadas situaciones. No te juzgues por estar triste, sino que date permiso para vivir ese proceso emocional.
Miedo
Identifica claramente cuál es el miedo que te está afectando. Puede ser el miedo a volar, el miedo a hablar en público o cualquier otro temor específico que enfrentes.
⁃ Cuestiona tus pensamientos de miedo: Una vez que hayas identificado el miedo, comienza a cuestionar los pensamientos negativos y catastróficos asociados a él. Pregúntate a ti mismo/a: «¿Cuál es la evidencia de que este miedo se hará realidad?» y «¿Qué pruebas tangibles tengo de que esto sucederá?». Muchas veces, te darás cuenta de que no hay una base sólida para tus miedos.
⁃ Busca ejemplos contrarios: Intenta encontrar ejemplos o experiencias pasadas que contradigan tus pensamientos de miedo. Pregunta a ti mismo/a: «¿Ha ocurrido alguna vez lo que temo en el pasado?» o «¿Conozco a alguien que haya enfrentado esta situación y haya salido bien?». Al buscar evidencia en contra de tus miedos, puedes obtener una perspectiva más equilibrada y realista.
⁃ Evalúa la probabilidad realista: Evalúa de manera realista la probabilidad de que tus miedos se hagan realidad. Pregúntate a ti mismo/a: «¿Qué tan probable es que ocurra lo que temo?» y «¿Hay otras posibilidades más realistas y menos catastróficas?». A menudo, te darás cuenta de que la probabilidad de que suceda lo peor que temes es mucho más baja de lo que imaginabas.
⁃ Considera el peor escenario y cómo afrontarlo: En caso de que el peor escenario que temes llegara a suceder, pregúntate: «¿Cuáles serían las medidas que podría tomar para enfrentarlo?» y «¿Cómo podría manejarlo y recuperarme?». Al tener un plan de acción, incluso para las situaciones más temidas, te sentirás más capacitado/a y seguro/a para afrontar tus miedos.
Estos ejercicios de ayudarán a gestionar tus emociones.
Si sientes que alguna emoción persiste y te limita en tu vida diaria, considera buscar apoyo adicional de un profesional de la salud mental, quien puede ayudarte a trabajar de manera más profunda en tus emociones y proporcionarte estrategias personalizadas para superarlos.
¡Que esta luna nueva de emociones nos toque el alma para sanar y liberar emociones atrapadas!
